Los jóvenes transgénero y no conformes con el género enfrentan desafíos en el hogar, en la escuela, en hogares de guarda y en los sistemas de justicia juvenil. Una encuesta nacional realizada por GLSEN descubrió que el 75% de los jóvenes transgénero se siente inseguro en la escuela, y aquellos que son capaces de perseverar tenían un promedio de calificaciones significativamente más bajo, eran más propensos a faltar a la escuela por su seguridad y tenían menos probabilidades de planificar continuando su educación.
Critically, it is not just hostility from peers that threatens equal opportunity for transgender and gender non-conforming students.
Con demasiada frecuencia, los propios funcionarios escolares señalan a estos jóvenes al negarse a respetar su identidad de género e incluso a castigarlos por expresar esa identidad. Por ejemplo, a 59% de los estudiantes trans se les ha negado el acceso a los baños de manera consistente con su identidad de género. En lugar de centrarse en su educación, muchos estudiantes luchan por la capacidad de venir a la escuela y ser ellos mismos sin ser castigados por usar ropa o usar las instalaciones de acuerdo con quienes son. A algunos se les niegan las oportunidades de ir a excursiones o practicar deportes. Junto con la intimidación y el culpar a las víctimas, estos conflictos pueden llevar a una disciplina desproporcionada, al abandono escolar y al involucramiento en el sistema de justicia juvenil.
Thanks to the hard work of parents, youth, educators, and state equality advocates, many states and local school districts have adopted non-discrimination and anti-bullying laws and policies that explicitly include gender identity and expression, as well as developing specific policies and training that spell out what nondiscrimination means for trans students.