Según VAWA, tiene derecho a que se respete su identidad de género, lo que significa que se le trate como el género que dice ser. No se le debe pedir que demuestre su género con documentos médicos o legales y no se le debe preguntar sobre las partes de su cuerpo.
Tiene derecho a solicitar una adaptación individual para brindar mayor privacidad o seguridad si lo desea (por ejemplo, al estar ubicado en un área separada), pero un programa no puede aislarlo o separarlo solo porque es transgénero.